Queremos entender el proyecto, sus intenciones y objetivos, su alma. Y después trabajar para que esto sea expresado con claridad, intención, ritmo, fuerza, estilo y honestidad. Estudiar a sus personajes para que provoquen empatía, sea el héroe o el villano. Que sean consecuentes, complejos y verosímiles. Con esta claridad, será más sencillo involucrar posibles aliados, patrocinadores, inversores y al público mismo.